La lectura electrónica no es (necesariamente) para idiotas


 

29 Marzo 2011    Anna Grau ANNA GRAU

 

Varias veces a lo largo de la historia se ha proclamado la muerte de la novela y/o del periodismo, el fallecimiento de toda escritura por asfixia: por falta de oxígeno lector. De perrito que nos ladre y que nos lea. Y sin embargo si la historia de la cultura prueba algo es que el verbo sobrevive a lo que le echen y sale siempre reforzado de la adversidad.

Atención al boom del libro electrónico, que ya hay quien agudamente compara con el que en su día vivió el libro de bolsillo. Podríamos hacer mucho gasto de elocuencia para defender este punto, pero hay veces en la vida en que todo lo que tú podrías decir ya lo ha dicho antes otro, y tan bien dicho que se impone saber callarse y ayudar al prójimo a escuchar. A leer este interesantísimo artículo de Mike Shatzkin, que también se puede leer traducido al español por cortesía de José Antonio de la Riva, autor del blog La traducción in vitro.

La verdad está en la letra pequeña. En los detalles. Pero para los que no tengan tiempo o paciencia, lo más sabroso que nos cuenta Mike Shatzkin es que el libro electrónico está emulando la gesta que en su día protagonizó el libro barato de bolsillo, al abrir la aventura de la letra impresa a millones de nuevos lectores, temerosos de la tapa dura (y de su precio, y de la supuesta cultura apabullante que había que tener para abrirla), y que en cambio no temían comprar libros baratos y blanditos en farmacias y quioscos. Supuesta basurilla editorial a unos centavos (hablamos de EEUU) la unidad, pero el caso es que se aficionaron y se aficionaron a leer, tanto y tantísimo, que luego ya no hubo manera de quitarles el vicio. Y se transformó el entero mercado para darles cabida. Y alta y baja cultura se acercaron, dando pie a algo así como los libros de clase media. Cosas como el Círculo de Lectores han sido posibles gracias a ese big-bang comercial y filosófico que cambió para siempre las facciones de la industria editorial y demostró por enésima vez el secreto mejor guardado y más veces negado del universo: a la gente le encanta leer. A toda. Siempre que se le ofrezca la historia adecuada en el formato adecuado.

Pronostica Shatzkin que el libro electrónico provocará un big-bang análogo (que lo está provocando ya), sacudiendo los cimientos de la industria, recuperando para el libro a un montón de público joven que parecía perdido para siempre en los bosques de las nuevas tecnologías. Y dando pie incluso a nuevos formatos de autor, escritores que aprovechando la fluidez de lo electrónico se autoeditan, yendo por libre y al margen de grandes editoriales y corporaciones. Y tienen éxito. Y demuestran que los ojos ávidos de letra están ahí. Abiertos en la sombra y sin parpadear.

Muchos de estos autores son tan conscientes de sus e-posibilidades que ya conciben sus textos para explotarlas al máximo, para trufar sus escritos de enlaces, apoyos audiovisuales, galerías multimedia, etc. La misma idea se les ha ocurrido a tres mosqueteros de otro tipo de edición, la periodística. Hablamos de Evan Ratliff, escritor free-lance para Wired, de Nicholas Thompson, actual editor de The New Yorker, y de Jefferson Rabb, programador y diseñador de sitios web específicamente pensados para promover libros.

Entre los tres han fundado The Atavist, (El Atávico), que es nada menos que una boutique electrónica de historias de no-ficción (es decir, periodismo) al viejo estilo. De piezas como las que se pueden leer en The New Yorker, y que tranquilamente se columpian entre las 5.000 y las 13.000 palabras. Colosos verbales de esos que la prensa de hoy en día no osa publicar con el argumento de que no interesan a nadie y es imposible que ningún lector las soporte hasta el final.

Eso depende, piensan los de The Atavist. Y creen que depende básicamente de dos cosas: del interés real de la historia, de su calidad intrínseca, y de las facilidades que se le den al lector para comerse el bombón en su tiempo real.

 

Así los textos de The Atavist están colmados de enlaces, galerías, vídeos, etc, para satisfacer de entrada el apetito moderno porque la escritura sea una cosa viva, una ventana expresiva abierta. Pero quien quiera ir al grano tiene la opción de descargarse in no time el texto limpio de polvo y paja. También de empezar a leerlo convencionalmente en su casa mientras desayuna y pasarlo a audiotexto para irlo escuchando mientras coge el coche. Etc.

Es increíble lo que se consigue dando sólo un poquito de poder a toda la imaginación. Hasta ahora The Atavist ha publicado tres textos, que comercializa a razón de 2.99 dólares la versión para iPad y 1,99 la que es para Kindle o para Nook. Sólo están en el mercado desde finales de enero y ya llevan 40.000 descargas de la aplicación.

¿Periodismo de ayer en un formato de hoy? El futuro es más contenido, no menos. El negocio es la inteligencia. Al tiempo.

Per fi s’acaba la tortura


Per fi s'acaba la torturaEN PRIMERA PERSONA

                     IU FORN       04/04/2011

Primera prova: surti al carrer i pregunti com es diu la dona de José Luis Rodríguez Zapatero. Comprovarà que molta gent no ho sap. Segona prova: agafi una foto de primer pla de José Luis i una de meva. Miri-se-les bé i compari. Oi que, físicament, ens assemblem molt? Doncs ara fixi-s’hi encara una miqueta més i comprovarà que la verdadera cara de ZP és la meva i que en José Luis és qui s’assembla a mi.

Els últims 7 anys vostè no ha sabut pràcticament res de mi. Només alguna coseta de la meva activitat com a cantant en diversos cors. Però si fa una miqueta de memòria comprovarà que, després d’una època en què van publicar-se algunes fotos d’actuacions, vaig tornar a desaparèixer. I és que, com deien els mitjans durant la campanya electoral del 2004, “Sonsoles està entestada que la carrera política del seu marit interfereixi al menys possible en la seva vida privada i professional”. Això vol dir que sóc una dona estranya? Gent del meu entorn s’ha preocupat de dir durant aquests anys que això meu és un nou feminisme basat en la renúncia radical a ser “la dona de”.

Vostè m’ha vist en gaires actes públics? Els mínims imprescindibles. I sap per què? Ni em diverteixen ni m’interessen. Ja va sortir publicat l’abril del 2010 a la revista Vanity Fair que jo en aquest Madrid (no ciutat sinó concepte) que m’ha tocat patir em sento “com en una paella roent”. I ara, per fi, arriba el moment de complir la part del tracte que deia: només 8 anys i tornem a la normalitat. S’acaba la tortura.

EL PACTE FISCAL


Montellà: “El pacto fiscal puede y debe ser solidario con España”

“El Govern puede contar con nosotros pero queremos que tome decisiones” | El nuevo presidente cree que hay que superar el debate Madrid-Barcelona | “La sociedad reclama una revisión del debe y el haber de Catalunya y España”

Economía | 04/04/2011

Dolors Álvarez

Dolors Álvarez

 

Hoy lunes cumple tres semanas como presidente de la patronal Foment del Treball e inicia el mandato en pleno debate y negociación de reformas que pueden ser de gran calado. Entre ellas, el concierto fiscal para Catalunya, que Joaquim Gay de Montellà está dispuesto a apoyar porque opina que puede ser viable y solidario con el resto de España.

¿Ha configurado ya su equipo en Foment?

Actualmente el equipo es el que era. Por lo que se refiere especialmente a la presencia de las organizaciones territoriales de Girona, Lleida y Tarragona, es estable y consensuado.

¿No se llevará Juan Rosell más refuerzos a la CEOE?

Sólo a Joaquín Trigo que seguirá colaborando con nosotros como analista, pero que tiene la posibilidad de incorporarse a diferentes proyectos en Madrid. El resto continuará aquí, incluido Joan Pujol (el secretario general).

¿La reforma de la negociación colectiva es ahora el gran reto de la la patronal ¿Qué expectativas tiene?

Sería imprudente hacer manifestaciones cuando quedan pocos días para conocer el resultado. La negociación se está llevando a cabo en el ámbito de la CEOE, y ojalá podamos llegar a un acuerdo para elevarlo al Gobierno.

¿Es optimista?

Relativamente optimista; se están perfilando algunos puntos interesantes. Por ejemplo, el arbitraje que ayudará a resolver gran parte de los 400.000 conflictos que van cada año a los juzgados.

¿Qué valoración hace de la cumbre económica que organizó la Generalitat?

La iniciativa ha sido correcta, y ha servido para actualizar el diálogo. Lo que hay que ver es cómo se avanza ahora. Si no, puede quedar como una reunión sin contenido. El Govern cuenta y debe contar con nosotros. Pero necesitamos un Govern con liderazgo, que sea fuerte, y que nos ayude a visualizar que Catalunya tiene fuerza. Puede contar con nosotros, pero queremos un Gobierno que tome decisiones.

¿Apoyaría el concierto económico para Catalunya?

Foment tiene una historia. Y la historia dice que en 1899 Foment pidió el concierto económico; ya le mostré el documento al president Mas.

¿Qué piensa ahora Foment de ello?

Entendemos que nuestra sociedad está reclamando una revisión de lo que es el debe y el haber de Catalunya con el resto del Estado. No es lógico continuar con este desequilibrio fiscal, que el Govern estima entre ocho y nueve puntos del PIB. Por tanto, tenemos que ir a un pacto fiscal, a una reforma de la financiación. El pacto fiscal puede y debe ser viable y solidario con el resto del Estado.

¿Lo entenderían sus colegas de la junta de la CEOE?

En la CEOE hay mucha sensibilidad respecto a la unidad de mercado. Pero sobre el desequilibrio fiscal no veo problemas siempre que se explique bien su origen y las consecuencias. Como organización que representa a los empresarios debemos pensar no en términos políticos, y sí en todo lo que sea positivo para reactivar la economía, ayudar a Catalunya a salir de la actual situación. Hay que explicarlo bien.

Necesitará mucho trabajo didáctico en Madrid ¿no cree?

No me gusta plantearlo en términos de Madrid-Barcelona. Se debe superar. En la CEOE hay un reconocimiento de que Catalunya es un territorio histórico, con sus particularidades y personalidad. El pacto fiscal debe explicarse como lo que es, no un proceso insolidario, sino como el camino de facilitar que la economía catalana progrese para el beneficio de todos.

¿Usted cree que hay un problema de unidad de mercado?

No. Ha habido momentos puntuales, con declaraciones que crisparon las relaciones entre Catalunya y el resto de España. Pero la percepción es mucho mejor que hace cinco años. Una prueba de ello es la normalidad con la que instituciones relevantes son lideradas por catalanes.

¿En qué otras reformas insistirá desde Foment?

Además de la laboral, incidiremos en fiscalidad para estar en los mismos parámetros que nuestros vecinos europeos. Si el Reino Unido está bajando el impuesto de sociedades, no entiendo por qué no podemos hacerlo aquí. Además, insistiremos en que las administraciones se pongan al día en sus pagos y en que mejore la financiación a las empresas. Si las empresas no se recuperan tampoco podrá hacerlo el sistema financiero. Y será prioritario recuperar la imagen y el orgullo de la figura del empresario, desde la universidad. Durante años, se ha valorado más el rigor intelectual y académico que su aplicación. Pero la riqueza de la sociedad viene a través del mundo empresarial, con cohesión social eso sí.

Las cámaras de comercio esperan un gesto de la patronal tras la supresión de las cuotas obligatorias.

Con las cámaras catalanas, y en particular con la de Barcelona, hay un gran entendimiento. Las cámaras son necesarias; otra cosa es qué dimensión deben tener y qué competencias. Deberían continuar como corporaciones públicas y tienen una red internacional muy necesaria, en particular para las pymes.

¿Recuperará el proyecto de fusión con Pimec?

Yo tengo una buena relación personal con Josep González. Pimec se ha ganado un espacio entre las pymes y las relaciones deberán evolucionar de forma natural y que las distintas organizaciones decidan.

Una asignatura pendiente es el encaje de Antoni Abad, el presidente de Cecot, en la estructura de Foment.

Rosell le hizo una oferta para nombrarlo vicepresidente, pero en aquel momento Abad no la consideró adecuada. Ahora debemos valorar cómo incardinar a la Cecot, pensando también en que la Cecot está registrando una progresión constante de sus actividades en territorios en los que ya hay organizaciones de Foment. Se ha creado algún conflicto de competencias, pero que se solventará satisfactoriamente.